lunes, 20 de febrero de 2012

CAPITULO 2


El viaje transcurrió con toda la normalidad que se podía esperar de unos adolescentes. Mark dormía apoyado en el hombro de Silvia, quien estaba feliz de la vida. Harley se revolvía en su asiento nerviosamente, con una bolsa de papel marrón en la mano, mientras Megan le hacía un retrato. Shawn ligaba con una azafata rubia mientras Camelia le lanzaba una mirada asesina. Celia y Darren no se miraban, y cuando lo hacían era para sonrojarse y retirar la vista inmediatamente. Pam miraba a Caleb nostálgicamente y el fingía no darse cuenta. Gwen le hacía ojitos a Xavier y Belle pensaba en un chico, su chico. Los demás charlaban, gritaban y reían, molestando a los otros pasajeros, por lo que al final, varias azafatas les tuvieron que llamar la atención.Por fin llegaron a EE.UU. La estatua de la Libertad se veía a lo lejos y varios puertos de comida rápida se amontonaban a la salida del aeropuerto. Todos estaban muy felices de haber llegado, pero Harley daba saltos de alegría. 
- ¡Aleluya!- gritaba eufórico.- ¡Por fin! 
- Anda, vamos al hotel a dejar las maletas.- recomendó Nelly. 
- Sí, y luego podemos ir de compras- dijo Leah fantaseando con las tiendas de ropa cara.
- Será mejor que primero te busques un novio rico para que te pague los trapitos- comentó Fianna. 
- Pues yo no voy de compras. Es que voy a hacer un recorrido por todas las librerías de la ciudad- avisó Alina. 
- Yo voy contigo- aprovechó Jude. 
- Qué monos- dijo Megan dibujando un corazón con las manos. La parejita se sonrojó y se adelantó para hablar con más intimidad. 
- Luego vamos a echar una pachanga, ¿no?- preguntó Mark. 
- ¿Es que solo piensa en fútbol?- suspiró Silvia. 
- A ver Silvia. ¡Hombres! Solo piensan en dos cosas... y una de ellas es el fútbol- dijo Tori. 
- Bueno, entonces olvidémonos de los HOMBRES por esta tarde- dijo Leah poniendo énfasis en la palabra- y centrémonos en los hombres que a mí me gustan, como Louis Vuitton, Gianni Versace o Yves Saint Laurent. 
- Preparaos para la peor tarde de vuestras vidas- dijo Blake. 
- Estoy contigo, ¿vamos con los chicos?- preguntó Tori. 
- Sí... Aquí corro el riesgo de morir de aburrimiento- respondió Blake. 
- Pues vosotras os lo perdéis- soltó Paige con desdén. 
Cuando llegaron al hotel y dejaron las maletas en sus respectivas habitaciones, todos salieron a la calle. 
- Bueno, nos vemos aquí a las nueve y media para cenar juntos- dijo Silvia. 
- Lo siento chicas, pero yo he quedado con unas chavalas para tomar algo- dijo Harley. 
- ¿Cuándo has quedado con ellas?- preguntó Megan intentando ocultar su ira. 
- Las he conocido en el vestíbulo.
Megan arrugó el vaso de papel que se acababa de comprar haciendo que su contenido saliera salpicando a todos los que allí estaban. Entonces se fue acercando a Harley, cada vez más enfadada mientras este, se iba alejando de ella, temiéndose lo peor. La chica levantó el puño para darle un puñetazo, pero en vez de eso, le dio un amigable golpe en un hombro. 
- Que te lo pases bien- dijo. 
Todos menos ella cayeron al suelo al estilo anime. 
- Bueno, pues nos vamos ya- se despidió Axel guiñándole un ojo a Nelly. 
- Vale... ¿Nos vamos nosotras también?- preguntó Nelly girándose hacia las chicas para no tener que mirar a Axel. 
- Sí, vamos. 
Los chicos fueron a buscar un lugar para jugar un partido y las chicas se dirigieron a barrio comercial. Todas entraron en una tienda vintage que había cerca de la terminal del metro.
- Entrad vosotras- dijo Belle- yo voy a comprar un café. 
- Cómprame otro a mí- le dijo Megan, pero Belle ya había salido de la tienda. 
Megan la siguió. Belle caminaba hacia una tienda con un letrero que decía To take away, pero de repente se paró en seco. Megan se escondió detrás de un puesto de perritos calientes, observando a su amiga. Un chico de ojos azules y pelo marrón claro, caminaba hacia ella sonriente, pero Belle fingió no verle y se giró volviendo hacia la tienda. Mientras volvía vio a Megan que había salido de su escondite y que corría a encontrarse con ella. 
- ¿Quién es ese?- preguntó Megan. 
- Nadie, no sé qué dices. 
Megan apartó a su amiga y se dirigió hacia el chico. 
- Hola, ¿quién eres? 
- Soy un amigo de Belle. 
- Ella dice que no eres nadie. 
- Lo dice porque está enfadada conmigo. 
- Por algo será. 
- Por eso quiero hablar con ella. 
- Pero ella- Megan se giró hacia Belle, que negaba con la cabeza- no quiere hablar contigo. 
- Pero yo la quiero. 
- Vale- Megan sacó su RedBerry (es para no hacer publi ^^) y se la acercó al chico- Escríbeme tu teléfono. Te llamaré. 
- Oh... Gracias, de verdad, lo quiero arreglar. 
- No me des las gracias. Si me entero de que le has hecho daño, te acuerdas. Dicho esto Megan se dio la vuelta y se acercó a Belle, que seguía observando con los ojos muy abiertos lo que acababa de pasar. - Bueno, Belle, ¿seguimos con las compras? 
- S... sí. 
Mientras iban a la tienda Megan miró en su RedBerry el nuevo contacto que tenía. “Paolo”, pensó. “Quiero saber que le has hecho a Belle”.

0 comentarios:

Publicar un comentario