lunes, 20 de febrero de 2012

CAPITULO 5

Paolo fue a buscar a sus amigos estadounidenses. Seguramente ellos sabrían dónde estaba la cafetería Nuove. Recorrió varias calles hasta llegar al campo de fútbol en el que sus amigos entrenaban.
Allí estaban todos, pero por una vez en aquel campo había una chica jugando, porque las únicas chicas que se podían ver allí eran las que iban a animar. Pero esa chica no era la típica que va a ligar con los jugadores. Aquella chica estaba en el campo jugando, como una jugadora más.
Llevaba el balón de un lado a otro evitando todas las entradas que les hacían sus contrincantes. A primera vista parecía un juego injusto y desigual: cuatro chicos altos y fuertes contra una chica delgada y pequeña. Pero no era así. La chica era muy buena y regateando con habilidad, logró superar a sus cuatro amigos.
- Vaya, juegas muy bien- le dijo Paolo a la chica cuando el juego había terminado.
- Gracias- contestó ella respirando fuertemente por el esfuerzo.
- Hey Paolo, ¿qué hay?- le saludó un chico rubio.
- Hola Dylan, y hola Mark, Bobby y Erik.- dijo Paolo.
- ¿Os conocéis?- preguntó la chica.
- Sí- dijo Erik.- Paolo, esta es mi novia, Robin.
- Vaya, encantado Robin. Yo soy Paolo y soy italiano.
- Sí, parece imposible que Erik se haya echado novia, ¿eh?
- Mark, calladito estás más guapo- soltó Robin.
- Bueno, había venido aquí para que me dijerais dónde está la cafetería Nuove- comentó Paolo cambiando de tema.
- Buah, tío esa está a dos manzanas- dijo Dylan- si querías un café, ahí mismo tienes- Dylan señaló una cafetería que había cerca.
- Ya pero es que he quedado allí...
- ¿Con quién Don Juan?- preguntó Bobby.
- Digamos que con Doña Inés y con la Celestina* - contestó Paolo. Todos se quedaron con la gotita estilo anime, pero no dijeron nada.
(*Para los que no sepáis mucho de Literatura, Don Juan es un personaje que estaba enamorado de Doña Inés; y la Celestina, es un personaje que se dedicaba a concertar citas y unir a las parejas de enamorados. Don Juan sería Paolo, Doña Inés sería Belle y la Celestina sería Megan.)
- Entonces, te acompañamos. Tengo ganas de conocer a esas chicas- dijo Dylan.
- Vale vamos.
***
Paolo y sus amigos llegaron a la cafetería Nuove en unos minutos y allí estaban Megan y Belle, sentadas esperando. Cuando llegaron se levantaron de sus asientos y les saludaron.
- Hola.- dijo Paolo.- Estos son Mark, Bobby, Dylan, Erik y su novia Robin. Chicos estas son Megan y Belle.
- Vale, yo me voy. -dijo Megan- Belle, cualquier cosa, me llamas.
- Hey, espera- le dijo Mark- ven a tomar algo con nosotros.
- Es que...
- Vamos- Mark y Dylan la cogieron de los brazos y se la llevaron junto al resto de sus amigos.
- Bueno, adiós- se despidieron Paolo y Belle de los demás.
***
Paolo y Belle llevaban sentados el uno en frente del otro más de un cuarto de hora. En ese tiempo ninguno había hablado. Solamente habían estado mirándose a los ojos.
- Belle...
- ¿Sí?
- Perdóname...
- Paolo, ¿por qué me engañaste?
- Me equivoqué...
- Pero, ¿yo no te gustaba?
- Sí...
- ¿Entonces?
- Fui un idiota...
- Bueno, al menos en algo tienes razón.
- Pero, Belle, me he dado cuenta de que estoy enamorado de ti... aunque si no me quieres perdonar... yo lo entiendo...
- Es que... no sé qué hacer... creo que... mejor me voy...
En ese momento Belle se levantó de un salto y salió corriendo.
- ¡Belle! ¡Espera!- gritó Paolo, que se levantó y la siguió.
***
Megan estaba agobiadísima. Bastante tenía con lo de Harley, para que ahora tuviera que pasar la tarde rodeada de pesados. Al principio les escuchaba y pronunciaba palabras como “sí”, “claro” o “ajá”. Pero había llegado un momento en el que ya no escuchaba lo que la decían y se limitaba a mirar al infinito mientras oía voces lejanas.
- Entonces Megan, ¿a ti te gustan los rubios o los morenos?- preguntaba Dylan.
- Dejadla en paz un rato- decía Robin.
- Seguro que le gustan los rubios de ojos azules, ¿a que sí?- comentaba Mark.
- No. Le gustan los chicos altos, guapos y maduros como yo. Vosotros sois unos infantiles- añadía Bobby.
De repente, Megan salió de su sopor.
- Belle- dijo mirando al frente.
Todos siguieron la trayectoria de su mirada y vieron a Belle pasar corriendo.
- Paolo- dijo esta vez.
Ahora era Paolo el que pasaba corriendo. Megan salió corriendo detrás de ellos.
- Megan, espera, que tenemos que seguir hablando.- Dylan se levantó y la siguió.
- Eh, esperadme- Bobby fue detrás de ellos.
- Hey Bobby espera- Mark siguió a Bobby.
- Tíos, no os vayáis todos- Erik cogió a Robin de la mano y salió corriendo.
***
Belle había recorrido calles sin fijarse a dónde iba y ahora se había perdido. La chica comenzó a llorar, aunque no sabía si lloraba porque se había perdido o si lloraba por Paolo.
De repente empezó a llover, pero Belle se quedó donde estaba, mientras la lluvia mojaba su pelo negro.
Entonces, notó que una mano tocaba su hombro.
***
Megan y los demás habían dejado de correr. La lluvia les había sorprendido y además, les habían perdido la pista a los enamorados.
***
 Las farolas comenzaban a encenderse dando por finalizado el día. Así, al amparo de la Estatua de la Libertad y bajo una gran cortina de lluvia, Paolo besó a Belle, demostrándole que estaba arrepentido, y que en verdad la seguía queriendo.

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